Seguidores

Lecturas

lunes, 5 de diciembre de 2011

Rectificar...

Era una sensación extraña. Por unos días, creía que todo se derrumbaba. Que el pilar más grande de mi vida se hundía, se desmoronaba e incluso desaparecía. La razón por la cual existo, es gracias a ella. Tiene todo lo que necesito, y lo que no tengo.

Pensaba que no encontraría a nadie que me quisiera, pero ella traspasa la barrera de lo común. Acepta lo que soy y consigue que sea yo mismo. Si me falla, yo me pierdo.

Le notaba fría, distante y seca. Me preocupé por su estado, pero no era nada. Ahora y siempre, quiero disfrutar de su presencia.

****

Tenía la necesidad de amar sobre todas las cosas. El error que cometí hace días no me sentaba realmente bien. Sentía el impulso de arreglar lo que podría estar ya roto. Antes de dar todo por perdido, decidí terminar con todo y empezar de nuevo.

Le cerré en una habitación. En la suya, en nuestro mundo. Candé y apagué la luz. Estuve bailando a merced de la noche mientras escuchaba su voz. La notaba más sexy que de costumbre.
He decidido amar, y le he elegido a él.

Comencé a quitarme la ropa poco a poco. En el ambiente se notaba la subida de la temperatura. Hacía más calor y yo estaba más feliz.
Me acerqué hasta la cama y le quité la ropa. Estuve acariciándole por encima hasta ponerle a tono. Nos recorrimos con las manos y jadeamos. Nuestros cuerpos quemaban por cada roce. Nos besábamos, disfrutábamos de nosotros; nuestra piel.

Nos entregamos con el alma y mi corazón quedó perdonado. Sin remordimientos, sin culpabilidad. Y solo quería rectificar.

En ese momento, justo cuando íbamos a culminar juntando los sudores, los jadeos, las respiraciones, la fricción del pecho y los pensamientos; creí que era momento de rectificar, perdonarme y seguir en el camino correcto.

No basta con hacer el amor, sino que es importante que esa persona signifique algo para ti. A mí me importa él, pues su sonrisa es el gesto suficiente para que yo lo sea durante un pequeño periodo de tiempo como la eternidad. Y cuando veo sus ojos brillantes, sé que es la luz que se interpone entre la oscuridad y mi camino.

¡Nos leemos!
¡Gracias por venir!

6 comentarios:

  1. creo que jamás me cansaré de seguir leyendo partes de este relato que comenzó como una simple entrada mas. me encanta coza!!

    ResponderEliminar
  2. Jo, Beo que bonitooooooooooooooo!

    ResponderEliminar
  3. Es uno de esos pocos relatos románticos que de verdad me han gustado. Y te lo digo de verdad colegui, sólo tú has conseguido encauzar estos sentimientos de pareja.

    ResponderEliminar
  4. Sin palabras... la verdad es que ha sido algo culminante, y te pediría algo más pero considero que este podría ser un buen final a la historia. Perfecto, me encanta. Muchos besitos!!
    PD: siento no haberme pasado antes pero los exámenes me mataron xD

    ResponderEliminar
  5. Me ha gustado mucho :D Sigue así *__* Besiss <3

    ResponderEliminar
  6. ooohh! me encanta cariño!! esta geniaaall jooo que bonitoooo sigue asii =)

    ResponderEliminar

¡Todo el mundo tiene derecho a dar su opinión sin ser juzgado! ¡Devuelvo comentarios y de paso me alegráis el día! =)