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miércoles, 2 de noviembre de 2011

Capítulo II: Términos del Contrato (Última Parte)


Canción del capitulo:Use somebody – Paramore (cover de Lion King).

http://www.youtube.com/watch?v=GO9QEbl6TDo


- sí, claro como esa película. En fin también como allí no habrá nada de sexo sin condón, ¿lo comprendes? Nada absolutamente nada, nunca lo eh hecho sin condón y no lo haré ahora – aclaro con voz dura y yo alce las cejas.

- sin problemas – ¡pero que mentira! Si tenía un problema serio en mis pantalones, aunque no respecto al condón, estaba de acuerdo con ella en eso.

- bueno y finalmente Edward... ¿cómo es que te apellidas? - pregunto mordiéndose el labio y yo me distraje unos segundos en ver ese gesto que no dejaba de recordarme a Rosalie.

- ah, es Cullen, soy Edward Cullen – me apresure a decir cuando sus ojos furiosos se toparon con los míos.

- ¿Cullen?. Qué raro, pero en fin Edward Cullen, por ahora mi última condición es que no te entrometas nunca más en mi vida, como tu numerito de hoy. Está bien que seas caballeroso, no me quejo de eso, pero tampoco es que seas algo mío, solo serás un cliente más y ya. No tendrás derecho a exigir cuentas o cualquier cosa.

Cuando termino de hablar yo una vez más asentí con la cabeza, un tanto tembloroso, pues sabía lo que se venía ahora que había aclarado todos sus "términos del contrato".

Regreso a mí y se hinco entre mis piernas. Llevo sus manos a mi cuello y fue bajándolas suavemente y uno a uno los botones de mi camisa quedaban desabrochados.

- relájate Edward y mejor disfrútalo – dijo poniéndose en pie y desabrochado su corsee.

Se lo saco por la cabeza y sus senos quedaron completamente a mi vista, pues no llevaba sujetador.

Su cuerpo era hermoso no cabía duda, unas tetas enormes y una cintura pequeña, el abdomen plano e inclusive ligeramente marcado. Quizá así era como Rosalie se veía desnuda, tal vez también a ella se le marcaba ese sexy hueso de su cadera y estaba seguro que sus senos estaban tan duros como se veían los de Bella.

- deja de mirar Edward, a las chicas muchas veces no les gusta eso a menos que vallan acompañadas de cumplidos – me dijo al tiempo que se sentaba en mis piernas nuevamente y sus tetas me quedaban en la cara.

La mire a los ojos unos segundos y luego con la mano temblorosa aprisione uno de sus enormes senos.

- pellizca mis pezones – me ordeno y yo lo hice lo más delicadamente que pude y por dios se sentían tan bien, tan duros y joder me ponían aún más cachondo.

- ahora llévate el otro a la boca – me indico con los ojos cerrados y con una sonrisa de satisfacción.

Agache mi cara a su blanco y enorme seno, saque mi lengua y con ella recorrí su extensión desde la base hasta el pezón una y otra vez, mientras mi mano seguía jugando con su otro duro pezón.

Era la gloria, nunca había estado así con una chica y eso que oportunidades no me habían faltado, pero maldición se sentía tan bien tener esa delicada piel y ver sus gestos de placer no tenía precio.

- ¡siii!, Edward, lo haces bien – gimió y entonces atrape entre mis labios su pezón y comencé a masajearlo con mi lengua.

- ¡rayos Edward!... ¡sí!, lo haces delicioso – gimió y se restregó contra mi dura entrepierna.

Seguí disfrutando de su suave piel entre mis labios mientras acariciaba, aprisionaba, pellizcaba y jugueteaba con mi mano en su monte.

- ¡oh, rayos! ¡Edward!, basta... ahora es mi turno – dijo apartándose de mi casi salvajemente.

- claro – conseguí hablar finalmente y ella sonrío.

Se puso en pie y se hinco nuevamente entre mis piernas. Mi respiración estaba agitada y mi corazón bombeaba como loco al suponer lo que Bella se proponía.

Nunca, absolutamente nunca había tenido a una chica de esa manera, y aunque me hubiera encantado que esa chica fuera Rosalie, la erección que tenía en estos momentos era en extremo dolorosa y palpitante.

Desabrocho mi cinturón y me bajo la bragueta con una lentitud que no creía humanamente posible, luego me jaloneo los pantalones y el bóxer hasta que finalmente logro liberar mi endurecida entrepierna.

- valla, tienes un tamaño decente – dijo ella observando fijamente mi miembro y yo casi me desmayo de placer.

- veamos si sabes tan bien como luces – dijo picara y maldita sea mordiéndose el labio una vez más, como si no fuera ya demasiada tortura.

Saco la lengua y la paso desde mi base hasta mi cabeza. Mis piernas temblaban de placer, pues el contacto de mi zona más caliente con su húmeda y fría lengua me volvía loco y para variar cuando paso su lengua por mi cabeza el líquido pre-semen se le quedo en la lengua y su cara fue de lo más erótica.

Separo su rostro de mi polla y me miro a los ojos.

- sabes delicioso – susurro y luego volvió su vista a mi miembro.

Soplo un poco de aire y un escalofrío me recorrió el cuerpo entero.

- relájate cielo y déjanos trabajar – murmuro y yo por supuesto la obedecí.

Sonrío ante mi reacción y sin dejar de verme a los ojos sostuvo mi polla entre sus manos y con su lengua acaricio mi cabeza delicadamente, el placer me recorrió el cuerpo entero desde la punta de mi miembro. Y ella me miro con una sonrisa pícara, pues bien sabía que me estaba haciendo desfallecer.

Volvió a jugar con su lengua en mi cabeza unas veces más ocasionando el mismo placer que la primera vez luego sin apartar esa sexy mirada de mi lamió todo el cuerpo de mi miembro, lentamente y sin olvidarse de ninguna parte.

A estas alturas mis manos se aferraban fuertemente a los brazos de la silla y cuando de repente y sin previo aviso ella se metió mi miembro entero a la boca (o al menos la mayor parte) y comenzó a moverse lentamente de arriba abajo soltando gemidos de placer que vibraban en mi miembro, no pude soportarlo más.

La aparte con ambas manos de los hombros y me tire de rodillas al suelo.

Mi espalda se arqueaba de placer mientras con mi mano ayudaba a mi liberación y joder era la puta gloria. Olvide en ese momento quien era, como me llamaba, donde vivía, cualquier cosa, lo único que tenía en mi mente era el sexy rostro de Bella cuando mi miembro estaba en su boca y cuando cambie su rostro en mi imaginación por el de Rosalie mientras con la mano estimulaba y alargaba mi liberación conseguí aún más placer.

Cuando logre finalmente recuperarme de mi ida y vuelta al paraíso encontré a Bella sentada en mi sillón relamiéndose de lo más sexy. Me subí los pantalones y fui hacia ella.

- eso que has hecho ha estado muy bien – me felicito y yo arrugue el entrecejo pues no sabía a qué se refería.

- ¿qué es lo que ha estado bien? - pregunte como el gran ignorante sexual que era y agradecí que si todo salía bien, Rosalie ya no tendría que soportar con estas inexperiencias de mi parte.

- pues que te alejaras, que buscaras tu liberación a cierta distancia de mi cuerpo, por lo general para los hombres y para algunas mujeres es excitante venirse encima de la chica con la que está teniendo sexo, pero también habremos muchas que lo encontramos repugnante, por eso también es que uso el condón, para evitarme esos incómodos momentos – me explico mientras con su mano acariciaba uno de sus senos.

- bueno, no sabía qué hacer, pero pensé que no sería agradable para ti que hiciera eso en tu cuerpo – dije pero sabía a la perfección que era mentira, no había pensado nada en ese momento, había sido el placer del momento lo que me había tirado de rodillas una vez que Bella estuvo fuera de mi camino.

- ha sido una excelente "lección", - hizo comillas con los dedos - pero ahora ve y lávate esa mano a menos que quieras que se seque allí – me sugirió.

- ¿estarás aquí cuando regrese del baño? - pregunte sin saber que esperar por respuesta.

- obviamente no – me dijo sin inmutarse ni un poco y yo asentí con la cabeza.

- valla, entonces. Hum... ¿gracias? - mi afirmación sonó a patética pregunta y su risa inundo el ambiente que repentinamente se había vuelto tenso.

- de verdad te falta mucha experiencia en estas cosas – dijo sacudiendo la cabeza de un lado a otro.

- ¿es por eso que estas aquí no? - pregunte y ella rió nuevamente.

No dije nada más y di media vuelta para ir a mi habitación, pero un carraspeo suyo me hizo girarme.

- ¿mi dinero? - dijo con tono de indignación.

- oh, sí claro humm... están aquí en mi cartera – dije señalando con la mano la bolsa trasera de mi pantalón.

Llevaba mucho más efectivo del que acostumbraba usar porque Jasper me había hecho parar en el banco de camino al bar.

Me acerque a Bella para que ella pudiera tomar la cartera y ella de inmediato metió su mano a mi bolsillo. Mientras con la otra jugaba con el elástico de mi bóxer y se mordía el labio. ¡Ah!, iba a morir hoy si ella seguía mordiéndose el labio así.

- yo... enserio debo ir a limpiarme, así que... toma lo que crees que sea y deja la cartera por allí – le indique y ella asintió con la cabeza y alejo su mano de mis bóxer, saco la cartera y la abrió para sacar dinero de ella.

Bote el aire incómodo y me fui directamente al baño, sin duda que había sido increíble y si Bella se llevaba mi cartera y mis tarjetas bancarias mientras yo estaba encerrado en mi baño, no la acusaría. Pues había sido increíble, nunca antes había sentido un placer igual. Muchas veces me había masturbado pensando en Rosalie claro, pero que una chica te lo haga y lanzándome esas miradas y esos gestos tan similares a los gestos habituales de Rose, Bueno eso era un mundo completamente distinto.

Ahora entendía por qué Rosalie y Royce disfrutaban tanto el sexo. Pero no por ello iba a dejarle el camino libre a ese idiota, al contrario iba a trabajar mucho por hacerme un experto para que en el cumpleaños de Rose todo fuera perfecto y hacerla tocar la gloria como nunca nadie lo ha conseguido hasta ahora.

Me lave las manos minuciosamente y después me quite la camisa y el resto de la ropa, estaba exhausto, había sido un largo día y con este final. Simplemente estaba exhausto.

Abrí la llave de agua caliente y espere unos segundos a que esta saliera y mientras tanto examine mi rostro en el espejo preguntándome que podía tener King que yo no. O probablemente solo se trataba de que era popular y jugador de fútbol, mientras que yo era un ñoño que el único deporte que practicaba era el ajedrez.

¿Por qué mi rostro no estaba mal o sí? Bueno probablemente me hacía falta una buena rasurada porque mi barba ligeramente rala estaba comenzando a salir nuevamente, pero bueno. Mis ojos eran de un verde profundo y mis labios eran delgados al igual que mi nariz que era puntiaguda. Y luego estaban mis naturalmente delineadas cejas cafés al igual que mi barba y bigote, por suerte no eran cobrizas como mi rebelde cabello.

Un resoplido de la regadera indicándome que el agua se iría pronto me hizo alejar la vista de mi auto crítica y me apresure a bañarme.

Luego de unos minutos salí finalmente del baño únicamente en bóxer y fui a la sala a recoger mi cartera y apagar la luz, y al pasar por un lado de mi sillón los recuerdos me golpearon la cara y solo sonreí.

Tome la cartera de la mesa y a lado encontré la vieja y arrugada tarjeta del "Joker's night club" que me había dado Jasper con el número telefónico de Bella escrito con tinta azul y con la leyenda de: "llámame por la mañana para registrar tu número y avisarte de la siguiente sesión".

Sonreí de lado ante la apretujada letra de Bella y apagué la luz de la sala.


Continuará...

Escrita por: AliCe-Ahtziry-WhitLock-DarCy

¡Nos leemos!
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1 comentario:

  1. interesante se pone xdd a ver que ocurre en el siguiente engancha bastante la verdad :P

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