Querida Tristeza:
Te extrañará que escriba una carta.
Yo también me extraño de estar frente al ordenador tecleando letras sin sentido
a alguien inexistente. Pero puede que solo te marches si te doy la importancia
que NO te mereces.
Te posaste en mi interior sin permiso,
entraste dentro sin avisar; algo descortés por tu parte. Recuerdo los “agradables” momentos en los que viviste
conmigo. Esos momentos angustiosos en los que no deseaba otra cosa que llorar.
Ese dolor punzante en el corazón, esa falta de oxígeno… Pero he de reconocer
que con tu compañía he aprendido mucho. He aprendido a darle importancia a lo
que de verdad importa. A llorar cuando me lo pida el corazón y sea con la razón.
A sentir dolor para saber que estoy viva y que, aparte de lo maravilloso, no
olvide que de lo malo se aprende y sepa que ocurre de verdad; que no me lo
invento. Y nunca conseguirás hundirme en la miseria.
Y siempre, después de la tempestad,
llega la calma. Por eso, para estar equilibrado… si siento mal, sentiré bien.
Porque la felicidad llamará a mi puerta y tu saldrás por la ventana. Solo
tendrás visitas concertadas varias veces al mes, cuando la alegría se marche de
vacaciones.
Y ahora… Ahora sí. Tienes la
importancia que SÍ mereces: La indiferencia que te profesaré será la
mejor forma de echarte de mi vida.
Fdo.: Alguien que vive
sin prestarte atención, sin amargarse…
¡Nos leemos!
¡Gracias por venir!
Buaaaah! Cada día te superas más! ¿Cómo puedes escribir estas cosas con naturalidad? :D Sigue así, de verdad. Esto es un cantar de ángeles.
ResponderEliminarValeria
Bueno...Hay tantas cosas que te diria pero que tu ya sabes, gracias por esta sorpresa que me ha encantado. La verdad es que es un placer que colabores conmigo y más con este tipo de entradas. Eres muy especial y sabes como hacerme seguir adelante. Aunque no estoy de acuerdo en parte en una cosa, que si tu no estas, quizá pueda sentirme algo mejor leyendola pero nunca podrá sustituir tus palabras y gestos en algunos momentos.
ResponderEliminarGracias por todo lo que haces por mi.
Con gestos como este me haces sentir querido en momentos duros.
No tengo palabras para decir algunas cosas que me gustaria decir.
R.
¡¡¡Ohhhh!!! Dios mío, mi niña, me ha encantado, escribes genial y con esta entrada demuestras que cada vez te esmeras y escribes mejor... Ojalá algún día yo escriba como tú.
ResponderEliminarTu Alezeia