Te podría regalar tres rincones para cuando necesitases perderte.
El primero sería la comisura de mis labios, entre lo cómodo y el precipicio cuando me besas. El principio y la finalidad de las sonrisas que tú provocas.
El segundo sería mis abrazos. Estarás protegido entre columnas que se ajustan a tu antojo. Te brindan calidez y el ritmo de los latidos para que puedas acompasar tu respiración al dormir.
El tercero sería mis ojos. Dan luz, te guiarán cuando tú ya no quieras observar más. Serán los que viesen por ti las pesadillas que no quieras vivir y quien vigilasen los sueños que hicieras realidad.
Tengo un cuarto, pero no lo denominaría un rincón; pues ocupas todo el espacio posible e imposible. Se llama corazón, donde permanecerás infinitamente eterno hasta que deje de latir. E incluso después, solo latiría tu nombre.
Muy íntimo y romántico. Una muestra de tu interior. Precioso como siempre.
ResponderEliminarEs un texto sentimental, como todo lo que escribes.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho Beaaa!!
Un beeesote!! Te quiero! <3 :)