La inmejorable...

Me resulta complicado, y a veces imposible, encontrar las palabras exactas de lo que siento o pienso. Casi siempre me dejo llevar, pero luego no es lo que quiero decir. Solo esta vez, no escribiré yo. La tinta es mi sangre, y las palabras mi corazón. El sentimiento se lo pongo como ingrediente adicional e incondicional.

Ella es tranquilidad, serenidad, diversión, sensatez y un gran muro difícil de derribar. Me siento segura a su lado. Otra. Me cambia por completo.
Tiene la suficiente persuasión y los motivos para hacerme cambiar de opinión por algo que estoy muy segura. Quitarme el cabreo nada más hablarle, y cuando la veo, todo se esfuma.
Es tan niña y mujer a la vez… Es más fuerte que casi todos los que conozco juntos. Es un ejemplo a seguir. Es el símbolo de lucha, de no rendirse. Ella es mi todo y mi nada. Posee el poder de llevarme de un extremo a otro, cabrearme y enternecerme al mismo tiempo.
La siento frágil, pero con cada paso me demuestra lo contrario. Es valiente para algunas cosas y cobarde para otras, pero yo no lo llamaría cobardía. Lo llamaría paciencia y dejar que las cosas sigan su curso. Esperar al momento justo para dar el paso.
Ella es algo y alguien importante en mi vida. Imprescindible en mi día a día. Y no me imagino ni un segundo de mi existencia sin estar a su lado. Apoyándola aunque no necesite ayuda.
Ella es naturalidad y sonrisas. Sus tonterías son parte de su encanto. Y aunque a veces me saca de quicio, ella es capaz de hacerlo y conseguir que se me olvide al instante.
Me derrite cuando le salen palabras del corazón, y me saca una sonrisa al decirme que me echa de menos; como una niña pequeña.
No puedo olvidar que comparte todo con los que quiere. Y aunque sabe que es tonta por dejarse aprovechar por algunos indeseables, lo lleva con positividad y no se le quitan las ganas de compartir de nuevo. Es algo admirable que todo el mal que le han hecho lo devuelva con una sonrisa e indiferencia. Con esa manera de sobrellevar las situaciones que tanto le caracteriza.
Para otra persona es Casa, pero para mi es Castillo. Y cuando se emociona con sus propios escritos, me identifico porque me pasa exactamente igual que ella cuando escribo este tipo de cosas. Y nos reímos.
Doy gracias a quien quiera que haya sido el culpable de ponerla en mi vida. En mi camino.
Me encanta cuando me dice que gracias a mí ha aprendido a ser ella misma. Me alegra. Pero lo que más me hace feliz, es que de ella se puede aprender más que una persona normal. Porque ella no es normal. Es especial.

Esta entrada es para mi Alby. Mi coza. Puede que llores por esta entrada, pero decirte que no lo harás sola. Esta vez yo lloraré contigo. Te Quiero.

(Su blog: http://ycontartemissecretos.blogspot.com)

¡Nos leemos!

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