Te quiero en mis brazos.
Necesito tu aliento para respirar. Tus lágrimas para llorar
por ti. Tus besos para sentirme.
Hoy quisiera confesarte una cosa. Nunca he dejado de mirarte.
Mírame y miénteme. Dime que me amas como a nadie lo has hecho. Que he sido la
única en la que pensabas. Susúrrame al oído que me deseas y hazme ver que me
estrechas contra tu pecho. Siente mi dolor y apiádate de mí. Bésame para
recuperar mi aliento. Se me escapa al pensar que no eres mío. Prométeme futuros
improbables y realiza momentos imposibles. ¡Cómo me gustaría oír tus mentiras,
tus miradas de reojo, tus labios nombrándome, tu locura por mí, tus manos
saboreando mi piel!
No tienes ni idea de cuánto te necesito en mí. Poséeme como
el último acto de mi vida. Mi último despertar, es reflejarme en tus ojos.
Elevarme con la llama de tu sonrisa y sentir la textura de tu pelo al
respirarte. Tocarte y electrocutarme de la corriente de tus venas.
Te echo mucho de menos. Estás mucho más lejos que de
costumbre y quiero que vuelvas a estar aquí. Aquí. Dentro de mi corazón. Es lo
más cerca que puedes estar cuando no estás presente.
Pero ahora soy yo la que miento. Tú ya estás en mi corazón, y lo tienes contigo. Y mi pecho está vacío. Te quedaste con el tuyo y el mío. Vivirás el doble y yo moriré vacía de ti.
Pero ahora soy yo la que miento. Tú ya estás en mi corazón, y lo tienes contigo. Y mi pecho está vacío. Te quedaste con el tuyo y el mío. Vivirás el doble y yo moriré vacía de ti.
¡Nos leemos!
¡Gracias por venir!
Ais niña... ya hemos hablado sobre esto...
ResponderEliminarUn besazo muy fuerte :)